Consecuencias de la sequía en el olivar

Muchos somos los que estos días no dejamos de mirar el cielo, nos movemos entre la súplica de que el agua siga cayendo, el agradecimiento porque lo está haciendo, la necesidad de más … el miedo a que no solo sea agua y las previsiones de posible granizo sea aún peor….

Las consecuencias de la sequía en el olivar son muchas y todas ellas negativas, lo que se traduce en la previsión de una nueva campaña, 2023-2024 similar o peor que la que tuvimos este año.

Lo que estamos viendo este año en el olivar es un cúmulo de circunstancias negativas:

  • Diferenciación de yemas: El olivo tiene un ciclo de cultivo bianual, la anterior campaña no fue buena respecto a precipitaciones, y en otoño, después de la recogida del fruto no llovió absolutamente nada. Ahí comienzan las consecuencias de lo que estamos viendo en floración y cuaje este año, un olivo que ha pasado su reposo estival (Invierno) sin humedad ninguna, autoevaluándose continuamente y preparándose para subsistir, no para producir fruto.

 

  • Brotación campaña 2023/2024, campaña actual: El olivo comenzó a salir de su reposo estival con unas precipitaciones acumuladas de unos 100mm/m² cuando el mínimo de precipitaciones para revertir la situación hubiera sido en torno a los 300mm/m². Comienza la brotación y se empiezan a ver olivos con brotes débiles por la escasez de precipitaciones y el bloqueo de nutrientes del suelo debido a la falta de humedad. Comienzan a formarse también los racimos florales, muchos, pero poco vigorosos.

 

  • Floración: cabe puntualizar que todo el proceso de brotación se realiza de una forma muy lenta, con 1 semana de temperaturas muy bajas que paran la actividad vegetativa del olivo, y anuncian el desastre otra campaña más; hablamos de falta de humedad, brotación más lenta, y parada vegetativa a menos de un mes del inicio de la floración. Cuando esta comienza, sin tiempo a penas de que se formen bien la flores, sin precipitaciones, y con un aumento de las temperaturas drástico, las flores se abren debido a este exceso de temperatura, aún sin formar sus órganos reproductivos, lo que nos lleva al siguiente proceso, cuajado de frutos y endurecimiento de hueso.

 

  • Cuajado de frutos y endurecimiento de hueso (situación actual): poco que añadir, si tenemos en cuenta las 3 etapas anteriores, secanos con el 90% de flores quemadas por falta de humedad, exceso de temperaturas, radiación solar, sumado a regadíos sin poder regar, con concesiones de agua para riego justas para que no se sequen los olivos por el estado crítico de los embalses y acuíferos… no hay nada que salve la presente cosecha. El cuajado y endurecimiento de hueso es nefasto, el 70% de las flores están quemadas y/o sin fecundar. Las esperadas lluvias están llegando, pero tarde, no influyen en nada de la cosecha 2023/2024.

Siendo realistas, si las precipitaciones en este mes de mayo no llegan a 100mm/m² los árboles harán un gasto extra de energía en mandar raíces hacia la superficie en busca de humedad, y cuando llegue mediados de Junio tendrán que volver a mandar las raíces a su posición inicial, con el consiguiente gasto de energía, incluso dejando el fruto caer para subsistir. Queremos decir con esto que es muy probable que no compense ese proceso para los olivos, e incluso sea contraproducente.