Hace más de 75 años que hemos ido cosechando experiencia en el sector del olivar, tanto cultivando aceitunas como produciendo aceite. Eso nos ha permitido ir mejorando y desarrollando nuevas técnicas de producción, adaptándonos también a las nuevas tecnologías.

Buscamos la perfección en cada paso de nuestros procesos productivos para que el resultado final sea el mejor. Mediante la investigación y la innovación, hemos logrado posicionar nuestro producto como uno de los mejores del mercado.

Para mantener la calidad de nuestro aceite de oliva virgen extra en los niveles más altos, nos aseguramos de marcar la diferencia desde el primer paso, la recolección de la aceituna, hasta el envasado final del aceite.

Realizamos la cosecha del fruto en la mejor época, cuando este se encuentra en su mejor punto de maduración. Utilizamos procedimientos mecánicos que garantizan que la oliva se preserve en un excelente estado.

Luego, la materia prima es transportada con cuidado y seguridad, para que no sufra daños en el recorrido, y llegue en óptimas condiciones hasta la envasadora. Para eso también nos aseguramos de que los tiempos de transporte no sean extensos.

Una vez en el almacén, se higieniza el fruto con las técnicas correspondientes y se prepara para ser molturado. Para ello contamos con maquinaria especializada, moderna y avanzada.

Tanto para el batido como para la decantación y el almacenamiento, se realiza un minucioso cuidado para mantener una temperatura óptima en todo momento.

Por último, se realiza el envasado, siguiendo las pautas correspondientes para una mejor conservación del aceite de oliva dentro de los envases.